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“Fe como una semilla de mostaza: Lo que Jesús realmente quiso decir sobre mover montañas”

La oración no se trata de conseguir lo que quieres. Se trata de desear lo que Dios quiere para ti. Esa revelación cambió mi forma de abordar la fe, la oración y el ayuno. Hace una semana, no estaba listo para predicar este mensaje, pero Dios tenía otros planes.


1. De la Cima al Valle: El Contraste Diario del Cristiano


Jesús acababa de transfigurarse ante Pedro, Santiago y Juan, un momento culminante de gloria. Sin embargo, al descender de la montaña, entraron en una escena de tormento demoníaco e impotencia humana. Esa es la imagen de la vida cristiana: momentos de intimidad con Dios seguidos de luchas reales.


2. La Desesperación de un Padre y el Llamado de Jesús: "Traedlo a Mí"


El clamor del hombre por su hijo revela la trayectoria de cada creyente:


Jesús descendió a nosotros primero.


Respondemos con fe.


Lo llamamos "Señor" y pedimos misericordia, no por lo que nos hemos ganado, sino por quién es Él. “Ten piedad” son las palabras favoritas de Jesús. Siempre responde con misericordia.


3. ¿Por qué los discípulos no pudieron sanarlo?


Las palabras de Jesús fueron muy dolorosas: “Por vuestra incredulidad”. A pesar de las victorias pasadas, los discípulos fracasaron cuando Jesús no estaba físicamente presente. Pero Jesús los estaba preparando, y a nosotros también, para una vida fortalecida no por la proximidad, sino por el Espíritu Santo.


4. Cuando tu fe se siente pequeña: Luchando con la oración


Luché con Dios, enumerando todas las promesas en torno a la oración y preguntándome: “¿Por qué mis oraciones no mueven montañas?”. Entonces me di cuenta: la oración no se trata de mis deseos, sino de alinearme con los de Dios.


“Los niños malcriados consiguen todo lo que quieren. Dios quiere hijos maduros que quieran lo que Él quiere”.


5. El rol del ayuno: combustible para una fe madura


Jesús nunca ordenó el ayuno, pero lo afirmó. El ayuno no es una herramienta para forzar a Dios. Es nuestra manera de demostrar que deseamos lo espiritual más que lo físico. Es una señal de anhelar la voluntad de Dios más que un simple almuerzo.


6. Jesús, el impuesto y la renuncia a derechos


¿Por qué pagó Jesús el impuesto del templo si estaba exento? Para evitar ofensas innecesarias y cumplir la voluntad de Dios.


A veces, la fe significa renunciar a nuestros derechos por amor al evangelio.


Nosotros también estamos llamados a vivir vidas de humildad intencional, incluso cuando tenemos razón.


7. Desafío final: Ayuda mi incredulidad


Jesús honra incluso la fe más pequeña, pero nos invita a crecer. Si estás estancado en la incredulidad o en una creencia a medias, haz eco de la oración del padre desesperado:


“Señor, creo. Ayuda mi incredulidad”.

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